«El gran enigma es descubrir cómo nos metíamos cinco tíos de ochenta kilos en un 600 con guitarras, bandurrias, panderetas…»
Le conozco desde que mi madre me parió. Me ha contado muchas anécdotas de su interesante vida. Lleva cuarenta años en Madrid pero es de Alcoy, un pueblo conocido por su equipo de fútbol con mucha moral y su fiesta de Moros y Cristianos. También es el primer lugar de España donde tuvo lugar la primera huelga general. Si vas a Alcoy te lo dirán.
Mi padre decidió pasárselo bien y, en lugar de aprobar curso por año en la escuela de Ingeniería, la hizo casi en seis o sin casi. Mientras tanto se enfundaba el traje de tuno y se iba a Benidorm, Mallorca y por Europa a vivir la vida y ganarse unas buenas perrillas. Le subo a un Seat 600 D para que me cuente anécdotas y experiencias que, al fin y al cabo, es lo que hace poso en el ser humano.
Le gusta leer, teorizar y hablar sobre política y bolsa, y seguramente hubiera sido un buen periodista si hubiese ejercido la profesión. Nunca es tarde si la ‘picha’ es buena.