“Estaría bien aguantar un discurso de Rajoy leído en el Congreso de after«

Sus primeras crónicas narraron los partidos de fútbol que echaban un clic contra otro en su habitación mientras fuera, en las calles de Pontevedra, se oía la lluvia golpear en los cristales. En la etapa universitaria mientras hacía que estudiaba filología, se recluía en la biblioteca para devorar libros y buscaba temas para llenar las página del Diario de Pontevedra. Hace ya más de una década recibió el Premio de Periodismo Julio Camba y su trayectoria sigue apuntando hacia arriba como el Seiscientos de Autoentrevistas por la cuesta de Moyano y sin frenos.

Su manera tan original como certera de describir los hechos traducidos a unas líneas cargadas de ironía, delatan de manera inequívoca quién está detrás del teclado. A veces con resaca (cada vez son menos, dice), otras veces con el pulso firme, lo que deja patente Manuel Jabois (‘Jabuá’, del francés, cuando se pone espléndido) es que para escribir bien hay que leer mucho y escribir más.

Acaba de publicar Nos vemos en esta vida o en la otra, un libro que nunca le hubiera gustado escribir por el tema que trata, pero que era necesario, reconoce. Habló con el único menor procesado de los atentados del 11M después llamarle durante de un año y medio cada ciertas semanas para ganarse su confianza. Es un libro estremecedor e interesante; descubre cómo Emilio Suárez Trashorras, exminero asturiano, con la ayuda involuntaria de tres jóvenes provenientes de familias desestructuradas, suministraron el arsenal de explosivos a los yihadistas.

Es madridista “de provincias”, por eso asegura no sentir tanta rivalidad con el Atleti como con el Barça, aunque últimamente dice que se están acercando demasiado. Veremos qué pasa en la final de Champions…

Lean a Jabois, un joven de la añada de la Constitución española, como servidor, que acude de vez en cuando al Congreso para recrear luego en su cabeza situaciones irónicas que suceden en el mismo. Juega tan bien con la realidad y la ficción, que da igual quién es quién, eso no es lo importante. Pero si sigue jugando con ambas, un día veremos a Rajoy leyendo uno de sus monótonos discursos en el Congreso de after y no acabaremos de creérnoslo.

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