«Entré al casting de Espinete muerta de miedo y de vergüenza»
Chelo Vivares es mucho más que Espinete, pero tiene mucho de él, ese personaje de Barrio Sésamo que marcó tanto a varias generaciones, y viceversa. Lo quiere tanto que estaría encantada de volver a juntarse con él.
Hablar con ella es verte en el sofá de casa, con tu hermano al lado, y tu madre o tu abuela pululando para que te tomaras la merienda. Y más aún si viajan detrás Epi (¿será de verdad del Madrid?) y Blas.
Antes ya hacía teatro, incluso había estado de gira varias veces por Estados Unidos con un grupo. Se nota que lo lleva en la sangre… con Almodóvar, compañero de trabajo en Telefónica, ya se veían que eran los raros, diferentes al resto, a los que le corría por las venas las ganas de hacer cosas nuevas.
Estaban en plena Movida de los ochenta, con Tierno Galván al quite, y eso también ayudaba a crear y liberarse de la losa franquista.
Hice una llamada a Espinete para ir con Chelo a visitarlo a su caseta verde, pero eso es otra historia que un día ella, si quiere, os contará.
Desde hace casi quince años lleva con más gente la sala de teatro Tribueñe, fundada entre otros por Juan, su marido y Chema el panadero en Barrio Sésamo, tristemente fallecido en 2008.
Valga este documento para rendirle tributo. Él, y el resto de personajes de Barrio Sésamo, nos hicieron muy felices. Ni ellos mismos se lo podían imaginar cuando empezaron a rodar hace más de treinta años.
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