«No conozco a nadie que no mejore sonriendo por feo que seas»

Luis Piedrahita tiene la curiosidad e imaginación pura y espontánea del niño que las cultivó. Desde muy joven despuntó en el campo de la magia y se llevó varios premios. Se sube al Seiscientos para contárnoslo con esa gracia única made in Piedrahita que, por cierto, aguanta toda la entrevista sin que se le empañen las gafas. ¿Será magia?

Es sumamente polifacético, lo mismo te hace la sorprendente película ‘La habitación de Fermat‘, que codirigió con Rodrigo Sopeña, que te enseña su vasta colección de libros y te los presenta como si fueran sus hijos. Nos los enseña en forma de baraja a cámara en el Seiscientos de Autoentrevistas.com.

Ahora está con su nuevo espectáculo en los Cines Callao ‘Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas‘, muy divertido y recomendable, como todo lo que hace o toca Piedrahita con ese gran ingenio que hay detrás de su pelazo y esas gafas de pasta negra que indican que por ahí va un ser único.

De su faceta de mago y guionista en ‘El Hormiguero‘ tampoco hay que olvidarse. Es capaz de hacer cosas tan alucinantes como que una excavadora desaparezca en un instante. ¿Sería capaz de hacerlo con un Seiscientos? Nos lo cuenta.

Y, como siempre, un grupo de música que le guste al Seiscientos se sube para dedicarle al invitado una canción. En esta ocasión no pudieron estar presentes con el invitado, pero Shinova va a dar mucho que hablar con su nuevo disco Volver. Interpretan para Piedrahita el tema ‘Viajero’. ¡Vamo, Manué!

Colabora Autoescuela Malasaña

Si quieres ayudar a que el periodista con su libro pueda seguir haciendo entrevistas, hazlo aquí

Síguenos en Facebook

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad