«Me hicieron comer bocatas de calamares, los justos»

Cuando me puse en contacto a través del teléfono con Miguel Ángel ya me habían dicho que era muy buena persona, pero hasta que no tratas con él no te imaginas hasta dónde llega esa afirmación.

Le montamos en el Seiscientos porque él y ‘Verano Azul’, al igual que Espinete y Barrio Sésamo, han sido dos iconos inconfundibles que han dejado una huella para siempre en nuestras infancias.

Todo un lujo compartir un paseo en el Seiscientos con una persona inteligente que desde muy pequeño tenía claro que quería ser ingeniero electrónico o médico», como dijo en una entrevista en televisión poco después del rodaje de la serie a a principios de los años ochenta.

Ha sido profesor de la Universidad Politécnica de Madrid hasta hace casi tres años, cuando comenzó a dirigir el CEAPAT, un centro de ayuda a personas con una discapacidad o con dificultades en el movimiento que pertenece al Imserso. Se presta a darme una vuelta por el centro antes de subirse al Seiscientos y salgo pensando que en España lo público hay que cuidarlo como un tesoro. Ahí dentro se trabaja duro para facilitar la vida a las personas con mayores dificultades.

Piraña ahora tiene 45 años, pero sigue conservando esa sonrisa y ese gran corazón que ya mostró en la serie que nos hizo felices a muchos niños que vimos ‘Verano Azul’ por primera vez en los ochenta.

Al final hay sorpresa, esta vez no es musical, pero hicimos que Piraña hablase con un erizo entrañable que también nos hizo felices en la infancia.

Si quieres ayudar a que el periodista con su libro pueda seguir haciendo entrevistas, hazlo aquí

Síguenos en Facebook

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad