«Como decía Morente, estamos vivos de milagro»
Se acerca Eric y pienso de repente cómo está aún vivo con todo lo que le ha pasado en la vida. Tiene la virtud de haber salido airoso de todos los berenjenales en los que se ha metido. No sé si es el humor o el público fiel que lleva consigo como una mochila adosada a su cuerpo, pero uno de ellas o ambos le han permitido seguir. Seguro. Lo cuenta en su maravilloso libro Cuatro millones de golpes, que acaba de publicar.
A los diez años entró en la organización falangista OJE (Organización Juvenil Española) porque era la única manera de tocar el tambor. Los mayores lo tenían como mascota o «cabra de la Legión», reconoce, y flipaban con su rapidez de muñecas al tocar. Esta destreza y personalidad única al golpear con las baquetas la vivimos en el Seiscientos de Autoentrevistas…
Suelta a menudo genialidades como «yo me vine cabreao de Nueva York porque no tenía placetas» o «yo tendré coche el día que me gradúen la luna de alante». No ve muy bien, pero pienso que puede ser porque lleva las gafas para meter en un lavadero de coches. Cuando le pusieron gafas descubrió la luz, pero sigue yendo por Granada con la moto confundiendo ancianas con semáforos, menos mal que los andadores le dan una pista.
Él es así, un ser indomable, el eterno batería de Los Planetas, Lagartija Nick o, entre otros, Los Evangelistas. No le pierdan la vista o, mejor dicho, la pista.
Terminamos el viaje con la actuación de su gran amiga La Bien Querida, que se acercó al Seiscientos a tocar el tema ‘Los Jardines de Marzo’, que cierra su nuevo disco Fuego. Que lo disfruten.
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