Que Luis Moya, excopiloto de rallyes junto a uno de los mejores pilotos del mundo, te cante un tramo aunque sea en un Seiscientos en parada, es a lo máximo que uno puede aspirar.
Despistarse a la primera curva cantada por Luis no es excusa para intentar recuperar en la siguiente, pero nada, imposible… habla tan rápido que cuesta procesarlo. En ese momento es cuando te das cuenta de que están hechos de una pasta especial, por eso ya son historia del deporte español.
¡Derecha, derecha, ras, ras!
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